martes, 20 de febrero de 2007

Rincón 1

Te quiero porque piensas en mí, porque cada vez que abro los ojos estás siempre ahí, a mi lado.

Te quiero porque te importa todo lo que me pasa y porque no sólo estás tranquila sabiendo que estoy bien, sino que te esmeras para que yo siempre lo esté.

Te quiero por esa vez que me esperaste más de una hora, cuando me atrasé en un examen, y sabías que si te hacía esperar era porque las circunstancias me obligaban, no por mero capricho ni desinterés.

Te quiero porque cada vez que me siento decaer estás ahí, animándome a seguir adelante y convenciéndome de que vendrán tiempos mejores.

Te quiero porque me hiciste pensar en el futuro, porque me hiciste dar cuenta que si vivo del día a día jamás podré ser feliz plenamente.

Te quiero, sí... te quiero, aunque suene raro escucharlo de mis labios porque sabes que dentro de mi vocabulario no siempre están presentes palabras ni gestos de afecto, cuando hay otras personas presentes, tú lo sabes.

Te quiero, sí... te quiero, pero más que por todas las razones que antes te di, te quiero porque cuando nos conocimos me diste la oportunidad de entrar en tu vida, usaste tu valioso tiempo en conocerme y en los momentos que te necesitaba, detuviste tu cargada agenda para dedicarme ese impagable tiempo, no retribuyendo lo que yo también había hecho por ti, sino que sólo por mera generosidad.

Y más que la razón anterior, te quiero por como tú eres, por como te arreglas el cabello, por tus gestos al hablar –y cuando no también-, porque cuando haces cualquier cosa y te observo, todo el mundo desaparece y lo único que mis sentidos pueden hacer en ese instante es contemplar todo tu ser.

Te quiero, sí, y más que eso te amo, pero si te amo no es porque fortuitamente llegaste a mi vida y la encantaste, sino que te amo porque al darme cuenta de lo grandiosa que eres con las múltiples virtudes de las que eres poseedora, así como también de esos defectos que también amo -aunque no los apruebe todos-, te elegí, sí, te elegí, no fue un shock fulminante que hizo tambalear mis rodillas y me hizo desmayar.

Lo repito, te amo porque te elegí, y te amo más porque tú también me elegiste, porque dejaste atrás todas las trabas que nos separaban y aunque con miedo al principio, me ayudaste también a superar ese mismo miedo que nos alejaba por ese terrible temor que teníamos de volver a sufrir.

Te quiero, sí, te quiero, pero te querría y te amaría muchísimo más, sí te pudiese conocer algún día.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Como quisiera encontrar algún día unas palabras en este “rincón” para mí, pero parece que jamás sucederá...

Unknown dijo...

Si supiera quien eres, eso ayudaría...

Hino Hotaru dijo...

=)

Tanto tiempo... mucho tiempo que no pasaba por aquí a postear.

Muchas gracias por la visita y me alegra mucho saber que es de tu agrado.


saludillos

Comité Organizador - Uss dijo...

Te invitamos a que visites nuestro Blog para Construir una Nueva Historia.

Comité Organizador